La Declaración de Fe de la Iglesia Unida de Cristo
Creemos en Dios, el Espíritu Eterno, Padre de nuestro Señor Jesucristo y nuestro Creador; y de sus obras testificamos:
Dios llama los mundos para que existan, creó al ser humano a su imagen y semejanza, y puso ante la humanidad los caminos de la vida y la muerte.
Busca en su santo amor salvar a todas las personas de su desorientación y pecado.
Dios juzga al ser humano y a las naciones por medio de su justa voluntad declarada a través de los profetas y los apóstoles.
En Jesucristo, el hombre de Nazaret, nuestro Señor crucificado y resucitado, Dios ha venido y ha compartido nuestra suerte, venció el pecado y la muerte y reconcilió al mundo para sí mismo.
Dios nos concedió el Espíritu Santo, que crea y renueva la iglesia de Jesucristo y une en un pacto de fidelidad a personas de todas las edades, idiomas y razas.
Dios nos llama como iglesia para que aceptemos el costo y la alegría del discipulado, para que seamos sus servidores al servicio del ser humano, para proclamar el evangelio a todo el mundo y resistir los poderes del maligno, para compartir el bautismo de Cristo, comer en su mesa, y unirnos a Jesús en su pasión y victoria.
Dios promete a toda persona que confía en Jesús el perdón de los pecados y la plenitud de su gracia, valor en la lucha por la justicia y la paz, su presencia en las tristezas y en las alegrías, y vida eterna en su reino que no tiene fin.
Bendición y honor, gloria y poder sean dados a Dios.
Amén.